En el fondo, en la forma y en los contenidos, …… ¡es tan fácil!. Y más para un investigador. Pasarlo bien en clase con los alumnos es fácil …… sólo se necesita saber diseñar un espacio para aprender donde las personas sean personas, si puede ser maduras, y que se sientan motivadas por su propio impulso. Para ello es preciso que los «impulsos» sean acompañados, disfrutando de la libertad en que suelen manifestarse. El alumno necesita libertad. La educación no puede ser un sistema opresivo y de control, sino un medio para que el aprendizaje llegue a ser algo importante en nuestras vidas, pueda y deba ser deseable. Un padre o una madre le dicen a su hijo/a: «no hagas esto, no hagas lo otro …. no vayas por ahí, no vayas por allá ….. haz esto, haz lo otro ….» El joven necesita experimentar, necesita aprender a experimentar, a vivir su propia experiencia. Esta bien advertirle de lo que nosotros no hemos vivido positivamente y quisiéramos que él no tuviese nuestra «mala experiencia», pero quien sabe si lo que ha sido malo para nosotros es bueno para ellos. Parece mentira que a los jóvenes, a una gran mayoría, todavía les acabe gustando aprender, a pesar de nuestros esfuerzos por condicionarlos y reducir su libertad de elección. La confianza es el antídoto del control y el condicionamiento. Tenemos que ser capaces de confiar en las personas, pocas veces no somos maravillosas, pocas. No podemos condicionar a todos, por el temor a que alguno no sea tan maravilloso como esperamos. Innovar en aprendizaje es, como no, contribuir con espacios de libertad para nuestros hijos, nuestros alumnos o nuestros colegas.

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Por supuesto, no vale todo, pero no antepongamos la norma reductora a la libertad creadora. Aprender es amar lo que se aprende, ¿cómo van a amar nuestros hijos lo que aprenden o pueden aprender, si no les damos la libertad de elección que no sólo les ayudará a ser mejores ciudadanos, sino también personas maduras y responsables?. Y el conocimiento y el arte hay que saber amarlo para querer seguir aprendiendo día a día y hora a hora. Por cierto, no pretendo decir nada nuevo, que todos no sepamos, sólo recordarlo.

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