Las acciones son buenas, decía Mill, en la medida en que tienden a promover la felicidad, malas en la medida en que tienden a producir lo contrario de la felicidad. Por felicidad se entiende placer y ausencia de dolor; por infelicidad, dolor y privación del placer». Nuestros actos, también como directivos, conllevan placeres e infelicidades, en gran medida por su inconsciencia al aplicarse y producirse como tales actos. Según actuamos producimos en nosotros mismos y en el entorno, placeres e infelicidades sin medida y sin parar. Ser conscientes no sólo de los efectos, sino anticiparse y preparar conscientemente nuestros actos reduce esas tensiones y facilita el estado motivacional nuestro y de nuestro entorno. Los directivos han de saber el tremendo efecto que tienen sus actos, su efecto a veces motivante y otras desmotivante. Profundizar sobre el setting metodológico que alumbra las acciones de cada uno, es un gran reto, un reto de consciencia, un reto humano, y como tal, es de una gran importancia para la vida.

199958738_ec5fcfb39b.jpg«

Todos los directivos tienen un método, aunque sea inconsciente. Saber como reaccionan, como quieren conducir, con qué recursos, y con qué énfasis es muy importante. La consciencia del yo es la antesala de un principio de cambio y de modificación. Hacemos cosas, muchas cosas, pero muchas veces desconocemos el por qué y cuanto y cuando de lo que hacemos. Sin duda, si nos preguntan en ese momento, o si nos preguntamos nosotros mismos, encontramos una razón para obrar de una forma determinada, pero no se trata de una razón cualquiera, sino de los resortes que nos llevan a hacer las cosas de una manera y no de otra. Me parece muy ilustrativo el libro de Kets de Vries «Prisoners of leadership», y algunos otros escritos por el mismo autor. Pero en todo caso, lo importante es hacer consciente por qué y a qué responde nuestro comportamiento. Y no se crean, no es nada fácil aprenderlo. Ya dijo alguien, tal vez Sócrates, aquello de «conócete a tí mismo». El método de dirección ha de tender a ser consciente.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *