Asi casi un año, escribía esto. Alguién lo ha leído y le ha interesado un año después. Creo que vale la pena recuperarlo:

«Septiembre ya está ahí, a la vuelta de la esquina, como quién dice ….. un nuevo curso.

Muchas cosas se intenta empezar ahora ……

Sin embargo, no es tiempo de comienzos. Los días se hacen más pequeños y resulta difícil hacer algo nuevo, más bien es etapa de repasos, de re-comienzos, y luchando con la naturaleza que se retira, camino de su hibernación.

Tengo que aceptar que para mí, básicamente energético y solar, es una etapa dura, que supero gracias a que es intensa en trabajo, y en aquél que más me motiva, mis alumnos y mis espacios de aprendizaje. Gracias a ellos, puedo superarla mal que bien.

Mi año empieza como el de los chinos, quizás un poco antes ….. gracias, vuelvo a repetir, a la energía que me transmiten los alumnos, empieza hacia finales de noviembre, principios o mediados de diciembre. Esos últimos días, casi sin sol, sin energía, suelen ser el comienzo de mi despertar anual.

Septiembre está bien porque al principio uno se encuentra con lo que ya conoce, regresa, pero sabemos que los regresos construyen las odiseas, quizás Septiembre sea nuestra odisea particular. Retomar el hilo de las cosas, rehacerse cuando las celulas se han acostumbrado a otras formas descansadas de vida, “regresar” a lo mismo o parecido …… Septiembre resplandece con el inicio otoñal, y explota con sus tormentas y gotas frías, pero “descendemos”, porque la luz decae, y la nostalgia suele invadirnos.

Bueno, pues ya estamos casi en Septiembre, y habrá que hacer conscientes sus dificultades, para así asumir que tenemos que seguir, que hay mucho camino por recorrer y que nadie nos va a poner las cosas fáciles, porque muchas de las cosas que en junio todavía eran proyectos y daban calor, ahora será más dificil retomarlos, porque sus hojas, preciosas y amarillento-rojizas adquirirán poco a poco su decadencia marrón y caerán».

Este año los retos son diferentes, y al mismo tiempo, son los mismos, aunque el sentimiento es que son nuevos, que hay que volver a hacer, o mejor, hacer de nuevo lo que es o no nuevo.

Ahora mismo tengo cuatro retos profesionales importantes por abordar. Esta última semana de agosto los retomaré: todos ellos seducen y al tiempo, tensan las cuerdas del conocimiento y me hacen volver a los inicios, porque siempre volvemos a empezar, aunque ya creamos saber, siempre volvemos al principio, aunque sea otro principio.

Dicen que este año 2008 he entrado en mi cuarta fase, es el primer año de la gran etapa de la vida, la que corresponde a la sabiduría. No me lo creo, pero me lo han dicho. Voy a necesitar todo lo que sepa para abordar esta, que seguro será la última etapa.

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