Cuando era joven, Mula Nasrudin, su padre le dijo:
-Tendrás que levantarte temprano, hijo mío
– Y, ¿por qué, padre?
– Porque es una costumbre muy buena. Un día que me levanté al alba encontré un saco de oro en el camino.
-¿Quizás lo habían perdido la noche anterior?
-No, no -dijo el padre-. No estaba allí la noche anterior, sino lo habría visto al volver a casa.
-Entonces -dijo Nasrudin-, el hombre que había perdido su oro se había levantado todavía más pronto que tú. ¿Ves cómo levantarse pronto no es bueno para todo el mundo?

Tarde-temprano, Este-Oeste, ….. depende diría uno de mi tierra. ¿Qué es el Este para los japoneses? y temprano para alguien que se levanta tarde, pero para él es temprano. De todas formas, no siempre las costumbres son buenas, aunque algunas es conveniente respetarlas, no sólo por tradición, sino porque las cosas son diferentes cuando uno se levanta con el sol que cuando uno se levanta cuando el sol ya calienta a mediodía. Las sensaciones personales son diferentes …… ya lo creo.

Entradas relacionadas

Un comentario en «Tarde-temprano»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *