¿Innovación? ¿dónde?

Datos evidentes y comprobados: desde hace años la productividad está estancada en la economía española. Item más: muchas personas están desempleadas o subempleadas. Item más: la economía sumergida crece. Item más: la locomotora en los últimos años de nuestra economía ha sido la construcción (sic), si, he dicho la construcción, que siempre ha sido “refugio” para grandes épocas de crisis y que su ciclo casi nunca se corresponde con el de la actividad económica. Item más: los empresarios que hoy salen en la prensa son los que han hecho grandes negocios en la construcción, que además se permiten montar el tinglado que están montando “invadiendo” a las eléctricas, quizás con el único objetivo de que sus influencias políticas permitan “desbloquear” y “desregularizar” las condiciones y precios del sector, y obtener nuevas pingües ganancias fáciles. Item más: el empleo que ha crecido en nuestra economía es más precario que el que existía. Item más: empleos de baja calidad ocupados normalmente por un proceso inmigratorio de unas dimensiones insospechadas, y sin una política clara, sino que más bien ocurre, se introduce por la vía ilegal, se mantiene en buena parte ilegal, y sólo en parte legalmente. Item más: buena parte de la creación de puestos de trabajo son de baja calidad y motivados en gran medida por ese boom de la construcción y de otras actividades económicas –como la agricultura en el sur y centro de España- que tenían poco relieve en la economía precedente, pero que no son precisamente de actividades punta, ni de I+D, sino que se fundamentan en contratos del sector público, bien financiados directamente, bien financiados con deuda, bien financiados por Europa, y que se acaban materializando en una gran acumulación de capital, derivada de una fuerte presión a la baja del salario medio, donde se incorpora precariedad y otras disfunciones, que tienen por objetivo casi evidente, bajar el nivel medio salarial, no sólo en los sectores donde ocurre, sino indirectamente en otros sectores o evitar que éste evolucione positivamente. Total, más baja productividad, peores empleos, mucha inmigración para cubrir esos empleos precarios, sectores económicos de crisis para liderar nuestro crecimiento, que más les puedo apuntar.

¿Dónde está el énfasis de nuestro proyecto? ¿Adónde nos conduce todo esto? ¿Es posible que se hable de que la economía va bien o muy bien? ¿Tiene calidad este crecimiento o vamos como los cangrejos? ¿En verdad nos sentimos satisfechos con esta perspectiva? ¿A quién beneficia todo esto? ¿Tiene algo de innovador o de transformador lo que hacemos? ¿Es posible que los grandes negocios sean los más tradicionales, y que si miramos a esas empresas, vemos que su organización interna, profundamente jerárquica y piramidal, y su organización productiva, no es mínimamente “moderna”, sino más bien todo lo contrario? Y, sin embargo, es cierto que algunas empresas se salvan de este caos, nadie lo puede dudar, son evidencias. Fenómenos y experiencias como Mondragón, Inditex, Pharma-Mar, MRW y otras dan una dimensión avanzada de nuestra empresa, pero es escasa, y algunas de ellas no son las que están materializando más su valor social, y desde luego, menos de lo que lo hacen las financieras y las constructoras, y algunos servicios.

Miren Uds., nos falta dar el salto de la Innovación, del Conocimiento, de la Ciencia y Tecnología insertos en la dinámica social, institucional y empresarial. No podemos más que ganar dinero generando empleos de segunda o tercera clase, mal pagados, precarios, insuficientes, con este modelo. Nos falta estrategia, nos falta política estratégica, nos falta proyecto, nos falta ambición; nos sobra miedo y nos falta inversión, asunción de riesgo; tenemos mucha prisa, mucha prisa, y queremos hacer grandes negocios, no grandes proyectos y empresas. Y por eso, es por lo que tenemos nuestras costas llenas de hoteles y apartamentos que se “adentran” en el mar, y lo ocupan; por eso, tenemos empleos tan precarios; por eso, tenemos como modelos de empresarios a los menos interesantes como ejemplos; por eso, porque tenemos lo que nos merecemos. La ansiedad nos corroe, no tenemos paciencia para esperar y continuar trabajando, lo queremos todo para “antesdeayer”.
La incorporación en la sociedad del Conocimiento, significa sobre todo, esfuerzo, continuidad, participación, democracia, autonomía, libertad, pero no formal, sino real, de gestión de recursos, también responsabilidad y otros muchos valores. Si no hacemos un esfuerzo pensando en el futuro, en un horizonte, no llegaremos nunca más que adonde nos lleven los que ganan dinero basado en la explotación y en la posición de poder.

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