El otro día comencé un ciclo de innovación de un programa del que estoy enamorado porque lo diseñé y lo he puesto en marcha. Consiste en un programa de Dirección Innovadora para altos funcionarios, y eso es lo bueno y lo innovador hacia quién se dirige, y además, funciona, funciona muy bien.
Categoría: Liderazgo
Innovación y Dirección. Me pregunto, ¿qué competencias es preciso desarrollar para alcanzar una Dirección Innovadora?
Desde que la leí la primera vez, tuve debilidad por esta frase
Innovación pymes
Propongo un resumen parcial del artículo: «Innovación y pymes …..» publicado virtualmente por Emergia, por la Junta de Andalucía.
Líderes naturales, tal vez a veces valen la pena, pero casi siempre son una buena disculpa para encubrir a muchos inútiles. No olvidemos tampoco los efectos perniciosos del grupo de ataque-fuga (W.Bion).
Guía Dirección Innovadora
¿Con qué instrumentos contamos para conocernos a nosotros mismos y visitar nuestra particular caja negra?
Cuatro grupos de profesionales integrados en un curso de Dirección Innovadora responden a la pregunta de qué caracteres tiene que tener un director. Creo que es una buena experiencia.
Una docena de cosas para desarrollar un estilo directivo desarrollado
Mi primera participación en un libro colectivo fue en 1976, con un artículo del que sinceramente me sigo sintiendo orgulloso, se titulaba «Salarios», y demostraba o quería demostrar como había empeorado la distribución de la renta en nuestro país, aún en épocas de «vacas gordas». El planteamiento dio pié para alguna tesis doctoral en universidades europeas y latinoamericanas. En España casi no fue leído o al menos fue sepultado, a pesar de constituir en su momento una alternativa al modelo de Aglietta, tan de moda en aquellos años. Y no lo duden, la distribución de la renta sigue y seguirá aumentado sus desigualdades …… por eso casi no existen datos fiables, ¿para qué mirar de frente al monstruo?.
No, por favor, cambios, no
Hoy por la mañana me encontraba revolucionario, y me puse el disfraz de reformador, recordé eso de «vísteme despacio que tenga prisa» y le dí vueltas a algo que siempre me ha rondado en la cabeza cada vez que he visto, sobre todo en grandes empresas, la facilidad para «de pronto» intentar cambiarlo todo.