En 1990 me encargaron la dirección de la revista “Capital Humano”, y me puse a escribir y a escribir, y también a dar conferencias, impartir clases de forma mucho más intensa que había hecho hasta el momento. Me encanta escribir …. es como si me liberase. Desde mis inicios profesionales como asesor de un periódico económico, he sentido el gusanillo y a la vez la pasión por escribir, siempre a partir de mi expresividad emocional. La época de Capital Humano duró cinco años. Me gustaría muchas veces volver a leer mis editoriales, algunos lectores y buenos amigos me han hablado posteriormente de ellos, de su sentido algo visionario. Me gusta arriesgarme y hasta producir polémicas derivadas de esa anticipación. Fue una etapa en la que aprendí mucho, también con el «descubrimiento» en las páginas de autores noveles o poco conocidos, que me demostraron una vez más la cantidad de conocimiento que hay por esos «mundos» y que al final, solo es necesario tener la oportunidad de escribir o de hablar o de compartir. Entre los escritos, quiero resaltar “El punto de partida” (1990), “Cliente, Calidad y Proyecto de Empresa” (1993), y “De la dependencia al desarrollo: un camino hacia la innovación” (1993). Tengo más de cien artículos de esas fechas. Me gusta el punto de partida, porque pretende explícitamente entroncar práctica organizacional con metodología científica. Aprecio la integración de Cliente y Proyecto, porque está en el comienzo de todo proceso de conocimiento y de aplicación consciente. Los modelos del tercer artículo todavía rinden hoy dividendos y son apreciados cuando se utilizan en programas de dirección, porque nos llevan a lo esencial de las etapas a cubrir en un proceso innovador. Todos ellos están disponibles gratuitamente en mi antigua web.

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