La educación dominante es una prolongación del sistema de reproducción capitalista dominante. E igual que éste se centra en el beneficio, en la propiedad-acumulación, en la desigualdad y en el consumismo, el sistema educativo viene a hacer lo mismo y preparar a los participantes en robots al servicio del capital dominante: https://www.robertocarballo.com/2016/05/30/siempre-ganan/
Veamos: primero, el focus metodológico del sistema educativo tiende a la evaluación de todo, es decir, a la cuantificación de todo y a la consiguiente desigualdad derivada de esta forma de hacer: algo así como el beneficio y la propiedad. Uno llega a ser «propietario» de un título, que es lo más importante para todos, cuando acepta el «hecho» -más que discutible- de la desigualdad social y humana -unos mejores que otros; todos aspirando a ser los mejores, pero «no todos han nacido» iguales- y acumulando títulos, que son las propiedades, legitimidades del sistema educativo. Y cada vez el cuerpo social de estudiantes «consume» más y más títulos, todos ellos desiguales y generadores de desigualdad. En ningún caso, los títulos se derivan de una realidad de cooperación social, aún en los masters o licenciaturas tituladas así, sino que son individuales, individualizados, buscándose en todos ellos la «excelencia», es decir, ser el super-man, el mejor.
De sociedad, nada; de grupos, nada; de cooperación, nada; de interrelación, nada en lo esencial. Somos educados para ser especialistas, y saber sin saber. Tampoco el capitalismo dominante sabe que es explotador o no quiere admitirlo, ni tampoco sabe o quiere saber que tiene en la desigualdad un recurso de reproducción a escala ampliada.
No educamos para la sociedad, sino para la dominación y la utilidad, el beneficio, el capital; no educamos para aprender o para seguir aprendiendo, sino para saber lo que nos piden los que dominan y ponernos a su servicio. La educación no suele acabar en el título …. seguirá.
